Para muchos no fue sorpresa la detención de Inés Saturnino, expresidente municipal de Tecamachalco, por sus grandes pendientes con la justicia poblana.
Y es que esta figura política no solo ha sido denunciado por violencia política de género en 2017 en contra de regidoras, también por los delitos de desobediencia, resistencia de particulares, y amenazas.
Y aunque el señor aparece muy «sonriente» en la primera fotografía, tras su detención la semana pasada, solo es un mecanismo de defensa, de rebeldía, pues sabe que no la tiene fácil y que le esperan muchos días en prisión, mientras ya duerme en el penal de San Miguel.
A pesar de su historial, este político poblano durante años fue cobijado y protegido por el Partido Acción Nacional (PAN) y por el Partido de Integración Social (PSI); que le dieron candidaturas, aunque finalmente perdió.
Pero.
¿Qué hizo este señor?
¿Por qué la justicia lo tenía en la mira?
Trascendió que el expresidente municipal impidió que detuvieran a Antonio Valente Martínez Fuentes, mejor conocido como «El Toñín», un presunto delincuente dedicado al robo de combustibles, que opera en la región del Triángulo Rojo.
Así la protección que daba este político a uno de los presuntos delincuentes más buscados por las autoridades poblanas.
Esta semana se llevará a cabo la segunda audiencia en contra de Inés Saturnino, donde se definiría si es o no vinculado a proceso. Ni Más Ni Menos.
Hasta entonces.
Ana Celia Lara
@anacelialara
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