Les voy a contar esta triste historia…
Érase una vez la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, que en su afán de quedar bien con el gobernador Miguel Barbosa, se le ocurrió donar 15 millones de pesos al Gobierno del Estado con el fin de coadyuvar en la contingencia sanitaria por el Covid19.
El anuncio se hizo con bombo y platillos, pero cuando el mandatario se enteró de tal acción, y sobre todo que sería en efectivo, totalmente la rechazó y dijo que si la edil quería ayudar en la pandemia que el dinero lo invirtiera en la compra de ventiladores médicos.
Y así lo hizo la alcaldesa. De inmediato preparó la compra y cuál va siendo la sopresa que la Secretaría de Salud rechazó los 12 ventiladores de respiración mecánica, mire nada más, por ser desechos hospitalarios, por estar incompletos, oxidados y posiblemente infectados.
Seguramente la alcaldesa se enojó, y pronto designó al secretario de Administración municipal Leobardo Juárez a dar la cara y explicar que el Ayuntamiento de Puebla era Ni Más Ni Menos que una víctima del proveedor.
El funcionario municipal, muy seguro y quitado de la pena, dijo que devolverían el equipo y que harán valer la fianza para que el proveedor cumpla con las especificaciones establecidas.
Esto molestó tanto al titular del Poder Ejecutivo, que ya no quiere nada que venga del Ayuntamiento de Puebla.
Así que Claudia Rivera anda mal y de malas, presumiendo una tasa del subsecretario de promoción a la salud Hugo López Gatell, pero quedando mal en casa.
Pero sólo basta recordar la serie de irregularidades en las adquisiciones municipales, ha sido error tras error, o como lo quiera llamar, ahí están los uniformes reciclados para trabajadores del Ayuntamiento, y recientemente del costo inflado de las despensas Covid19.
Pues esto es lo que sucede en la fallida relación entre el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Puebla.
Y esta historia no tiene final feliz…Ni Más Ni Menos.
Hasta entonces…
Ana Celia Lara
anacelialara@hotmail.com