Puebla.- Un reo murió degollado dentro de su celda en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel, mientras que un detenido que había ingresado al área de flagrancias de la Fiscalía General del Estado (FGE) en el Complejo Metropolitano de Seguridad, mejor conocido como C5, también falleció de manera repentina.
Sobre el interno se sabe que fue hallado con una cortada en el cuello con arma blanca.
Aunque se presumía un aparente suicidio, acudió personal de la FGE para realizar las diligencias del levantamiento de cadáver y entrevistar a reos y custodios para determinar qué pudo haber ocurrido.
El cuerpo fue llevado al anfiteatro para hacerle la autopsia y poder determinar la causa exacta del deceso.
A la par se supo que un detenido que horas antes fue ingresado al C5 de manera repentina se desvaneció y jamás volvió en sí, cuando estaba siendo puesto a disposición del agente del Ministerio Público.
Al lugar también acudió personal de la Fiscalía General del Estado para encargarse del levantamiento de cadáver y trasladar el cuerpo al anfiteatro para realizar la autopsia de ley con la finalidad de determinar la causa de muerte y deslindar responsabilidades.
