EN VEREMOS, EL REPARTO DE UTILIDADES

El año pasado el promedio nacional de las empresas que pagaron fue de 6 mil 400 pesos.
Pero aquellas con menos de 10 trabajadores les repartieron apenas mil 33 pesos, cuando las compañías con más de 251 empleados cubrieron más de 10 mil pesos.
A ver. La misma pregunta surgió con el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que se debió declarar en el primer trimestre del año pasado, y que generó un enfrentamiento entre las autoridades hacendarias y las cúpulas empresariales.
Resulta que las empresas pedían no pagar el ISR o recibir alguna condonación o descuento, debido al mal funcionamiento de la economía durante el 2019.
Pero ahora, resulta que aquellas empresas que por alguna razón de mercado o de disciplina organizacional y administrativa pudieron tener ingresos por arriba de su punto de equilibrio, quizá hoy tengan dificultades serias para pagar utilidades, debido a la terrible cuesta de enero.
En este primer trimestre hemos visto caer casi todos los sectores económicos -incluido el de la construcción, como principal motor de la economía- y por ello la falta de liquidez puede dificultar a las compañías a repartir una utilidad que no está en los bancos sino en libros.
Es decir, veremos seguramente en el primer semestre del año más conflictos sindicales y seguramente protestas de empleados que no recibirán o tendrán que negociar parcialidades en los pagos de los repartos si es que alcanzan algo.
La estabilidad del país no sólo depende de la gobernabilidad política, y hoy, de la salud pública, sino también de la suficiencia económica para que las familias sobrevivan.
Nada fácil se ve el escenario para las empresas, y cuando decimos empresas nos referimos a todos: a los socios, a los directivos, a sus empleados y sin duda como les va a ellos afectará a sus proveedores y clientes.